La historia de Nazarena, la víctima de coronavirus más joven de la Argentina
May 26, 2020
A finales de noviembre de 2019, Nazarena Magalí Ramírez, de apenas 14 años, empezó a transitar un calvario con su salud. Empezó a faltar a la escuela, tuvo dificultades lógicas para seguir el ritmo de estudio de sus compañeros y de a poco se apagó esa imagen extrovertida, risueña y protagónica que había forjado durante su niñez en la ciudad de Presidencia de la Plaza, en Chaco.
Seis meses después del inicio de esa pesadilla con su salud, ya con 14 años, Nazarena perdió la vida, sin siquiera haber podido celebrar su fiesta de 15 en la casa de una familia amiga en el barrio Hospital Tomás Amigo. Con un cuadro de lupus, una neumonía severa y recientemente operada de un cuadro de apendicitis aguda, la joven de 14 años murió en soledad, aislada en el área 6 del Hospital Julio Perrando, de Resistencia. Unas pocas horas antes de su deceso, los resultados de un hisopado detectaron que se había contagiado de coronavirus.
Nazarena Ramírez se convirtió así en la víctima más joven contagiada de COVID-19 en la Argentina desde la llegada de la pandemia.
Su madre, Analía “Pelu” Ramírez, se encuentra en la capital chaqueña sin haberse sometido todavía a un hisopado ni encontrarse en aislamiento. Incluso hoy, lunes, debió transitar el drama más doloroso de su vida mientras realizaba trámites de defunción en oficinas públicas de la capital provincial.
“Los problemas para Naza comenzaron a finales del año pasado. Ella era una luz con la escuela. La disfrutaba, le iba bien con las materias. Y tenía una personalidad muy fuerte, era muy protagonista en los lugares donde estaba”, relató a Infobae Roxana Obregón, una vecina y amiga íntima de “Pelu”, la mamá de la joven y quien vivía apenas a 40 metros de la casa de los Ramírez.
“Pero empezó con problemas en los riñones, con dolores constantes, con fiebre y ya no podía terminar de recuperarse”, recordó.
Nazarena vivía en una modesta casa en la calle Vicente López y Planes, a unos pocos metros del hospital de la ciudad Presidencia de la Plaza. Residía junto a su madre, “Pelu”, de 40 años, y a sus hermanos Ayelén (18) y Brahian (8). Su padre nunca estuvo en el hogar. En tanto, Rocío, la hermana mayor de la familia (22), ya se había mudado a Buenos Aires y Belén (20), la restante, vive con su marido y su hijo en otro hogar de la ciudad.
"Pelu" junto a sus hijos vivían en una modesta casa plantada en la finca que alguna vez fue de su padre. Dos de sus hermanos también construyeron dos pequeñas casillas en el mismo terreno.
“A finales de noviembre, Nazarena empezó a tener problemas con sus riñones. Decía que le dolían mucho, levantaba fiebre cada una semana y tenía que estar yendo y viniendo al hospital cada dos por tres”, relató Roxana Obregón, quien la tuvo como alumna en la Escuela Secundaria Nº 176 Gral. San Martín.
“Ya en el final de las clases del año pasado y en el comienzo de este año, a ella le costaba venir. Se había perdido un poco con las materias, pero lo peor es que no podía recuperarse del todo. Cada vez que iba al hospital, le decían que tenía una infección urinaria y un problema reumático sin demasiada consideración. Le daban antibiótico y a las semanas volvían a aparecer los síntomas”, describió Obregón.
Mientras la pandemia del coronavirus comenzaba a azotar a la ciudad de Resistencia desde los comienzos de abril, las visitas de la adolescente al hospital se hicieron más esporádicas. Todos los vecinos de a zona cumplieron con dedicación la cuarentena obligatoria dictada desde el gobierno nacional.
“Yo estuve como tres semanas sin verla. Cuando lo hice, ella ya estaba muy flaca”, dijo Obregón.
Durante los primeros días de abril, la condición de Nazarena empezó a empeorar. La fiebre no le bajaba y al problema de los riñones se le sumó un dolor fortísimo en el bajovientre. “Desde el hospital de aquí le dijeron a la madre que la llevara al Hospital 4 de Junio, en Sáenz Peña, que está a unos 65 kilómetros”, describió Obregón.
"Pero el mismo día que fueron, 'Pelu' volvió con Naza. Le dieron algunos antibióticos y le dijeron que no era necesario que se quedara internada ahí. Pero la fiebre no le bajaba".
Así, desde las autoridades del Hospital Tomás Amigo, en conjunto con el intendente de la ciudad, Diego Bernachea, se diagramó un traslado en ambulancia a la ciudad de Resistencia.
“A todos nos daba un poco de miedo, porque sabíamos que en Resistencia estaba el mayor brote del coronavirus de la provincia. Encima, tener que entrar a un hospital era algo que a “Pelu” la asustaba mucho. Pero la fiebre no le bajaba a Naza y algo había que hacer”.